¡Cubres mi Alma!

¡Cubres mi Alma!

Aprecio tu esfuerzo, un deseo ¡Cubrir mi Alma!

Todo empezó con un DESEO.

Con lápiz y papel, plasmas tu tiempo y los recursos necesarios, para convertir tu palabra, en  algo visible, a la espera que puedas, tener la bendición de la respiración, para ver finalizada tu obra.

Después de tu planificación, rebuscaste tus monedas, bajo tu cobija y en tus jarros de barro, para  sumar la cantidad demandada, por el mercader, antes de partir en la travesía, en busca de los elementos necesarios, para elaborar el ARTE dibujado en tu MENTE.

Una manta sobre tus hombros, emprendes la travesía, sobre las alas de la FE, saliendo con bien, esperando regresar con bien, aunque el destino estará, donde estés.

Implacable don MERCADO, capaz de vender al hombre lo que no necesita, más el hombre prudente, controla sus impulsos, para adquirir lo que debe suministrarse, cumpliendo la tarea, por el cual, emprendió tal aventura. El Mercado se pinta de fantasía; Solo los hombres con tacto y olfato, saben escoger y negociar, lo que está oculto.  Implacable MERCADO, no perdonas a los inocentes, a los faltos de experiencia, a los acomodados, a los ignorantes, pero, suministras a los implacables, a los oportunistas, a los astutos, porque vives de  resultados y no de  buenas intenciones.

PAZ, como recompensa al hombre que regresa, con buenas dádivas y recompensas, sin haber sacrificado su dignidad, para empezar la obra de sus manos, en respuesta a sus propias palabras.

Una ARTE pequeño, pero, transforma la MATERIA y consume el TIEMPO del hombre.

El hombre un artista en decadencia, porque ha dejado de observar sus esencia. CREAR, CREAR y CREAR.

Los Árboles, sumisos al hombre, acompañan sus días, sustentan de aire y alimento,  calientan, cubren del sol, inspiran a volar y provocan innovar, no hay obra posible, sin el suspiro de los Árboles.